Optimizar imágenes es una de las tareas más subestimadas en el desarrollo web. Sin embargo, hacerlo puede marcar la diferencia entre un sitio que carga en un suspiro y otro que desespera al visitante.
Inspirado en un tutorial de Pablo Asensi (AsensiDev), hoy se explora cómo reducir el peso de una imagen sin sacrificar su calidad visual.

¿Por qué es importante reducir el peso de una imagen?
Cada vez que un usuario entra en una página web, su navegador descarga todos los recursos que la componen: imágenes, scripts, hojas de estilo. Si las imágenes pesan demasiado, el tiempo de carga se dispara y la experiencia se degrada.
Menor peso significa más velocidad, mejor SEO y menos abandono. Y todo eso, sin necesidad de sacrificar la nitidez ni la calidad del diseño.
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La herramienta clave: Squoosh
El tutorial de AsensiDev utiliza Squoosh, una herramienta gratuita desarrollada por Google que permite comprimir y convertir imágenes directamente desde el navegador.
No requiere instalación ni registro, y funciona con un simple “arrastrar y soltar”.
Entre sus ventajas destacan:
- Reducción drástica del tamaño del archivo.
- Conversión entre formatos como PNG, JPEG y WebP.
- Vista comparativa en tiempo real para evaluar la calidad.
- Control manual del nivel de compresión.
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Cómo hacerlo paso a paso
- Abre Squoosh.app.
- Arrastra la imagen que quieras optimizar.
- Ajusta los parámetros de compresión según el formato.
- Observa la vista previa comparativa: notarás que la pérdida de calidad es mínima.
- Descarga la nueva imagen optimizada.
Por ejemplo, en el video original se muestra cómo un archivo de 12 KB pasa a solo 7.8 KB, manteniendo una apariencia prácticamente idéntica. En formato WebP, la reducción alcanza hasta un 41 % con un resultado visual casi perfecto.
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Conclusión: menos peso, más velocidad
Uno de los secretos detrás de esta optimización es el formato WebP, diseñado por Google para ofrecer imágenes más livianas con igual calidad que PNG o JPEG.
Este formato es ya compatible con la mayoría de navegadores y resulta ideal para sitios web, portfolios, blogs y tiendas online.
Reducir el peso de las imágenes no solo mejora la velocidad de carga; también mejora la puntuación en Google, el rendimiento en dispositivos móviles y la experiencia del usuario.
Y lo mejor: todo puede hacerse gratis y en segundos. Puedes ver el tutorial completo de Pablo Asensi aquí abajo:

